Ventajas de tener un secadora de ropa

Tradicionalmente hemos confiado en el sol para secar la ropa, pero la combinación de humedad y radiación UV puede dañar los tejidos, lo que dificulta el proceso durante el invierno. Además, nuestro estilo de vida ha cambiado mucho, y ya no tenemos tanto espacio para tendederos ni tanto tiempo para hacer la colada.

Por eso, la mayor inversión para mejorar nuestra calidad de vida en el día a día es una secadora de ropa. De acuerdo con Miele, estos son algunos de los beneficios que le ofrece este electrodoméstico:

Ahorra un montón de tiempo

Aunque nos lleve mucho tiempo, podemos poner una secadora en cuestión de minutos y olvidarnos por completo de ella hasta que la máquina haya completado su ciclo.

Para secar mucho más rápido, los modelos más recientes también incluyen rutinas únicas. Estamos hablando de ciclos completos en unos cuarenta minutos, junto con la ventaja añadida de la televisión en diferido, para que no tengamos que reorganizar nuestros horarios en torno a la colada.

Su uso es increíblemente sencillo y práctico

Colgar la ropa no siempre es sencillo. Para las personas con problemas de espalda, movilidad limitada o baja estatura, puede ser todo un reto, ya sea en la terraza, en el tejado, en el patio o con un sistema de apoyo. Los niños también pueden correr peligro.

Por otro lado, poner la secadora es mucho más sencillo y fácil que cargar la lavadora con ropa. La máquina realiza casi todo el trabajo con los programas previstos, y la mayoría de ellos incorporan sensores para un secado automático eficaz.

Ya no depende del clima

¿Lloverá, hay mucha humedad o está nublado? No importa, porque la secadora elimina la necesidad de tender la ropa. No importa la estación ni el tiempo, la secadora se encargará de dejar su ropa inmaculadamente limpia cuando la necesite. Ni siquiera tendrá que pensar en su horario si programa el ciclo.

Evita tender ropa en su casa

No tendrá que preocuparse de recurrir a trucos para tender en interiores si no tiene que preocuparse por el tiempo. Los tendederos portátiles que suponen un estorbo constante y un riesgo si hay niños pequeños o mascotas en casa podrían descartarse.

Solíamos recurrir a los radiadores en invierno para colgar la ropa húmeda encima o cerca de ellos, pero esto puede dañar el sistema de calefacción, no es el método ideal para secar textiles delicados y crea condensación y humedad en el aire, lo que reduce la eficiencia térmica y energética. Una secadora es más higiénica, además de evitar estos problemas.

Su ropa seguirá pareciendo nueva

La ropa se estropea progresivamente cuando se seca al aire libre. El sol daña las fibras y borra los colores con sus rayos UV y su luz directa. Además, los meses más fríos provocan un retraso en el secado, dejándolas húmedas durante un tiempo excesivo. Las fibras más delicadas pueden resultar dañadas si se congelan.

Confíe en el mantenimiento de una secadora si quiere que su ropa luzca como nueva durante mucho más tiempo. Los modelos modernos minimizan las arrugas al máximo ajustando automáticamente el tipo de secado a la carga y utilizando funciones como EasyIron+. En consecuencia, no necesitará planchar tanto y su ropa tendrá un aspecto más bonito.

En realidad, una de las ventajas de las secadoras es que reducen el tiempo necesario para planchar mucha ropa. La aireación constante dentro del tambor nos permitirá disfrutar de camisas sin arrugas en verano al evitar la producción de arrugas similares a las que se producen cuando la ropa húmeda se deja colgada en un tendedero.

Mínimo alboroto, máxima sostenibilidad y eficiencia

¿La secadora no es más que un gasto energético adicional? De hecho, es una ganancia muy ligera. Las máquinas energéticamente eficientes, como las secadoras de condensador con bomba de calor, son silenciosas, respetuosas con el medio ambiente y ahorran dinero con el tiempo. De hecho, producen mucho menos ruido que cualquier lavadora centrifugadora.

Un aliado en la lucha contra las alergias

La colada tarda mucho en secarse y, cuando la guardamos en el armario, puede que no nos demos cuenta de que se ha acumulado humedad en los acolchados y las arrugas. Además de dañar la ropa, esto puede empeorar las alergias, ya que es más probable que los alérgenos salgan a la superficie. Hoy en día, las secadoras ayudan a que las prendas estén libres de partículas peligrosas. Los últimos modelos mejoran aún más este beneficio con sus programas particulares que se centran en las alergias.

Estas máquinas eliminan no sólo los alérgenos acumulados, sino también los que han penetrado en la ropa y se han quedado después del ciclo de lavado mediante una corriente de aire caliente y seco. De este modo, evitará que el polvo, el polen, los ácaros del polvo, la suciedad y el pelo de los animales -todos los cuales están constantemente presentes en el aire aunque no podamos verlos- se impregnen en la ropa. Además de mantener la ropa suave, la secadora también ayuda a evitar molestias en la piel. Un argumento convincente, sobre todo cuando se trata de hogares con bebés.

Tipos de secadoras de ropa

Conocer sus opciones es esencial para tomar la mejor decisión. Por lo tanto, necesita saber qué tipos de secadoras hay disponibles si quiere adquirir una que satisfaga sus exigencias, no le haga gastar mucho dinero y le facilite la vida.

Cuando no es posible tender la ropa al sol o cuando hay que ponérsela enseguida, una secadora es una gran alternativa. Así que siga leyendo para ver cómo pueden ayudarle.

Secadoras de evacuación

Las secadoras de evacuación funcionan de forma muy sencilla: calientan el aire aspirándolo resistivamente desde el exterior. El aire caliente que llega al tambor seca la ropa. Al exterior salen el agua y el aire sobrantes creados durante el proceso de secado.

Ahora están un poco anticuadas, pero fueron las primeras secadoras que se vendieron. Debido al tubo de desagüe, requieren más mantenimiento que las otras versiones.

También le ayudarán a ahorrar menos dinero a lo largo del año porque son el tipo de secadora que más energía consume. No es aconsejable elegirla como primera opción a la hora de comprar una secadora nueva.

Secadoras de condensación

Este tipo de secadora funciona según el principio de condensación del aire, como su nombre indica. Todo en este aparato es igual que en el modelo anterior hasta este punto: el aire entra por la parte trasera y es calentado por una resistencia antes de ser transferido al tambor.

Además de secar la ropa, el aire caliente crea aire húmedo y caliente. La lavadora, en cambio, combina el aire caliente producido por el secado con el aire frío que llega del exterior. Como resultado, el aire se condensa, convirtiéndose en agua que luego se guarda en un depósito.

Estas secadoras son las más populares de todos los tipo, ya que son perfectas para la ropa que debe secarse después de un lavado determinado. Como sólo necesitan un depósito que se vacía con frecuencia y no requieren una toma de corriente externa, su instalación es más sencilla.

Además, ahorran energía con su consumo de 4,2 kWh en los modelos de 8 kg de carga, aunque como veremos, no es tanto como en las secadoras con bomba de calor.

Secadoras de bomba de calor

De los tres tipos, la secadora de bomba de calor es la más revolucionaria, ya que es la única que utiliza el calor producido, lo que permite un uso extremadamente eficiente con una pérdida mínima de energía.

El sistema de circulación de aire interno del aparato lo alimenta. La secadora utiliza un líquido en lugar de una resistencia para calentar el aire a medida que circula por ella. Una vez caliente, el aire llega al tambor y seca las prendas. Tras enfriarse y liberar el vapor de agua que se ha mantenido en un depósito, el aire caliente que se ha producido vuelve al condensador. Al salir del condensador, el aire está seco, frío y preparado para volver a entrar en el circuito.

Debido a que seca las prendas a una temperatura más baja que otros tipos, se permite meter algunas prendas que otros tipos no recomiendan. En los modelos de 8 kg de carga, su consumo es de sólo 2,2 kWh, lo que supone un mayor ahorro energético. A pesar de ser el tipo más costoso, se amortizan un poco más rápido gracias al ahorro.